A pesar de la gran cantidad de opciones bajo demanda que tenemos en la actualidad gracias a el avance de la tecnología, ofrecemos estas sugerencias de por qué un paseo al cine sigue siendo la mejor experiencia cinematográfica.
En estos días hay muchas formas de ver películas sin ir al cine, y muchas de ellas son legales. Si bien entendemos el atractivo de acurrucarse en el sofá con tu suscripción a Netflix, seamos realistas: hay algunas experiencias que solo se pueden vivir dentro de las paredes de una sala de cine.
Estas son las razones por las que todavía invertimos nuestro dinero para disfrutar de una nueva película en los lujosos asientos de una sala de cine.
Tu sistema de cine en casa puede ser bueno, pero tanto como un cine.
Tal vez hayas invertido una pequeña fortuna en un televisor 3D de 90 pulgadas, con sonido envolvente, pero hay algunas experiencias de cine que simplemente no se pueden replicar en casa. Por ejemplo, momentos gloriosos del cine como Gravity o la impresionante escena de escalada de rascacielos en Mission Impossible, son escenas que se aprecian en una pantalla que nunca podrá caber dentro del living de casa.
Apoyar a tus películas favoritas
El negocio de las películas es solo eso, un negocio y los grandes responsables deciden qué películas hacer en función de lo que funciona bien en la taquilla. Así que, si te gusta un género o un tipo de película, apoyala con tus euros y hazle saber a los productores que es lo que realmente te gusta, consulta en la cartelera de cine plaza mayor para conocer las nuevas películas.
Las películas están hechas para ser vistas en un cine.
Una gran película siempre será increíble, sin importar dónde y cómo la veas, pero los cineastas siempre tienen la intención de que sus películas se vean en un cine oscuro, en esa pantalla grande donde no puedes detenerte en medio de la escena solo para poner tu ropa en la secadora.
El volumen no es un problema.
Por más que tengas en casa un gran sistema de sonido digital y envolvente, nada podrá compararse con el sonido de la sala de cine, agradablemente, como debe ser, y no hay nada que nadie pueda hacer al respecto.
Las opciones de comida y bebida han mejorado.
En los últimos años, las opciones de comidas y bebidas en los cines han mejorado notablemente, desde las clásicas palomitas de maíz y nachos, pasando por hamburguesas, alitas de pollo y papas fritas, así como opciones más saludables como tazas de hummus y pretzels preenvasados. ¿Pero a quién le importa la comida cuando disfrutas de un cóctel con tu película? Cada vez más cines tienen bares en el vestíbulo donde puedes pedir una bebida sabrosa y llevarla a la sala de cine contigo.
El cine se trata de la experiencia compartida.
Cuando ves una película en el cine, la compartes con todos los que te rodean. No hay nada como un sitio lleno de gente vibrando, riendo o llorando al mismo tiempo, mientras viajan juntos a través de una historia.
Por último recuerda, si te quedas en casa todo el tiempo, correrás el riesgo de convertirte en un ermitaño.
