Las personas interesadas en practicarse una liposucción deben tener en cuenta que esta cirugía no es una solución para adelgazar. La liposucción permite remodelar, dar forma y esculpir, extirpando toda la grasa localizada. La ventaja de este procedimiento es que al ser tan superficial la piel queda suelta y es capaz de retraerse.
Las zonas más tratadas en la liposucción son los muslos anteriores, los brazos, la espalda, el abdomen, los glúteos, la cara y el cuello. Una de las zonas de mayor demanda es el abdomen, esta zona se divide en: abdomen alto (o la zona del bajo busto) y abdomen bajo o “barriga”.
Otra zona de gran demanda son los glúteos, una de las más sencillas de trabajar. Las caderas muslos y rodillas demandan al cirujano un mayor trabajo de focalización. Las zonas más delicadas para realizar una liposucción es el rostro.
Antes de someterse a la liposucción, el cirujano debe realizar un examen físico para evaluar el peso total, la piel y tono muscular de la zona escogida. El paciente debe revelar cuáles son sus alergias, medicamentos y cirugías anteriores.
Sin importar la zona en donde se practique la liposucción se tendrá que esperar 15 días como mínimo para ver los primeros resultados, sin embargo habrá que esperar a que transcurra entre seis meses y un año para que se puedan ver los resultados definitivos.
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