Conocer los tipos de motores existentes para coches es importante no solo como un asunto de cultura general, sino que puede hacer que tus decisiones de compra y de venta se vean muy influenciadas. No todos son iguales, ni consumen la misma cantidad de combustible, ni valen lo mismo, ni contaminan por igual, ni hacen el mismo ruido, etc.
Actualmente puedes encontrar en primer lugar los típicos motores de gasolina, que aún a día de hoy sigue siendo el combustible más popular. A pesar de los avances en energías limpias y la progresiva introducción de los coches híbridos y cien por cien eléctricos, sigue siendo la gasolina la que mueve cientos de millones de vehículos en el mundo cada día (con la contaminación que por desgracia ello supone para el medio ambiente). Las empresas se afanan por construir motores cada vez más eficientes para reducir el consumo, pero no dejan de ser medidas “parche” que en teoría solo deben paliar en algo el consumo de combustibles fósiles hasta que la gran mayoría de vehículos no ensucie nuestra atmósfera.
En segundo lugar tenemos los motores diésel, que aunque contaminen algo menos que los de gasolina, tienen la contrapartida de que requieren de un mantenimiento más constante. Además tienen un menor tiempo de vida útil y son más caros.
Una opción minoritaria es la de los motores de gas, que a pesar de alojar un combustible altamente inflamable, se han desarrollado con tal grado de seguridad que se puede decir a día de hoy que son tan seguros como los motores de gasolina.
Y finalmente nos encontramos con los ya mencionados motores eléctricos, que están llamados antes o después a ser los únicos que lleven nuestros vehículos, por razones evidentes de ecología y cuidado de nuestro entorno. Pero además de ello tendremos la gran ventaja de que nuestras ciudades y carreteras serán mucho más silenciosas, al desaparecer paulatinamente los motores de explosión que tan estresante hacen el ambiente a menudo en las grandes ciudades. Sin duda los beneficios asociados a estos motores hacen que su implantación sea deseada por una mayoría de gente, pero lo cierto es que de momento están tardando en imponerse en el mercado más de lo que se podría pensar en un principio.
Si estás buscando, por otro lado, un motor de segunda mano para sustituir el que ahora mismo lleva tu coche y que ya no funciona, siempre puedes mirar aquí en busca de alguna oferta realmente interesante. Sin saberlo puedes estar ahorrando muchos euros en la adquisición de motores con poco uso que aún son plenamente funcionales y que se adaptan perfectamente a las características de tu vehículo. Si tienes dudas siempre puedes consultar con tu mecánico de confianza o con el personal que trabaja en las empresas de desguace.